La relación entre la medicación y la microbiota intestinal es un campo de estudio emergente. Los efectos secundarios de los medicamentos afectan significativamente nuestro microbioma, y, a su vez, las bacterias intestinales influyen en la eficacia de estos medicamentos. Este fenómeno está captando la atención de la comunidad científica.
La Microbiota Intestinal
Nuestro intestino alberga una diversidad de bacterias y microorganismos que conforman nuestra microbiota intestinal. Una composición equilibrada de nuestra flora intestinal es vital para varios procesos en nuestro cuerpo y para nuestra salud en general.
Múltiples factores contribuyen al establecimiento de la microbiota intestinal humana durante la infancia. La dieta se considera uno de los principales impulsores de la formación de la microbiota intestinal a lo largo de la vida.
Las bacterias intestinales desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la homeostasis inmunitaria y metabólica y en la protección frente a patógenos.
Efectos Secundarios de los Medicamentos en la Microbiota Intestinal
Es conocido que medicamentos como los antibióticos y ciertos analgésicos irritan la mucosa gástrica e intestinal, alterando significativamente la composición del microbioma.
También se suman a la lista los anticonceptivos, antihistamínicos, y medicamentos para reducir el azúcar en sangre, la presión arterial, el colesterol, así como la cortisona y los antidepresivos.
Tradicionalmente, ciertos medicamentos se han prescrito junto con inhibidores de la bomba de protones, pero ahora se reconoce que los efectos secundarios de estos últimos también pueden afectar negativamente la flora intestinal.
Una investigación reciente sugiere que al menos el 25 % de todos los medicamentos tienen un efecto significativo en el microbioma intestinal.
Si la composición de las bacterias del intestino se desequilibra, hablamos de disbiosis de la flora intestinal. La disbiosis se ha asociado a la patogénesis de muchas enfermedades inflamatorias e infecciones.
«Además del crecimiento y la función de las bacterias, los fármacos también pueden influir en la barrera intestinal, la motilidad intestinal, es decir, los movimientos musculares del intestino, y el sistema inmunitario intestinal.
Si esto es bueno o malo para los pacientes debe investigarse caso por caso», explica la Dra. Stadlbauer-Köllner.
Ahora se ha demostrado que una biodiversidad reducida del microbioma puede tener un efecto negativo sobre la enfermedad o los síntomas para los que se toma el medicamento. «Una diversidad reducida del microbioma puede, por ejemplo, provocar un crecimiento excesivo de microorganismos peligrosos.
Un ejemplo es la infección por Clostridium difficile, que puede producirse durante o después de la terapia con antibióticos y puede ser muy peligrosa.
Con otros fármacos, los cambios son probablemente menos evidentes y aún queda mucho trabajo por hacer para comprender las interacciones entre el microbioma, los fármacos y la enfermedad», señala Stadlbauer-Köllner.
Recuperación del Microbioma Intestinal: Probióticos y Antibióticos
A pesar de los desafíos que presentan los medicamentos para la microbiota intestinal, hay estrategias para contrarrestar los efectos secundarios.
Los probióticos, en particular, pueden ser útiles durante y después de los tratamientos con antibióticos para preservar o restaurar la salud intestinal.
Los probióticos son microorganismos ‘buenos’, mayormente bacterias, que benefician la salud de la microbiota intestinal. Incluyen Bifidobacterias y Lactobacilos (bacterias lácticas).
Estas bacterias ayudan a eliminar microorganismos dañinos, producen sustancias importantes como Vitamina K y ácido butírico, y afectan al sistema inmunitario intestinal y la barrera intestinal.
Para llegar al intestino, deben resistir la acidez estomacal. Generalmente, no se establecen permanentemente, pero actúan mientras se consuman regularmente. Algunos probióticos han demostrado una colonización duradera en el intestino.
Estas útiles bacterias probióticas, combinadas específicamente, están disponibles en farmacias para diversos usos.
Existen regulaciones estrictas para estos probióticos, que requieren una cantidad constante de bacterias y una composición específica de diferentes cepas bacterianas.
Conclusión:
Varios medicamentos comunes, incluyendo antibióticos y antidepresivos, pueden alterar la composición y función de la microbiota intestinal, afectando la barrera y motilidad intestinal, así como el sistema inmunitario intestinal.
El entendimiento de cómo los medicamentos afectan la microbiota intestinal es crucial para la prescripción médica consciente y el manejo de la salud intestinal. Un enfoque integral que considere tanto los beneficios terapéuticos como los efectos secundarios es esencial para una atención médica óptima.
El tomar probióticos podría contribuir a evitar efectos secundarios de la medicación y a prevenir infecciones durante tratamientos con antibióticos.
La Dra. Vanessa Stadlbauer-Köllner trabaja en el Departamento Clínico de Gastroenterología y Hepatología de la Universidad Médica de Graz. Es Jefa de la Unidad de Investigación de la Regulación Traslacional del Microbioma.
