Proyectos de investigación
Eje intestino-cerebro
¿Mente enferma = intestino enfermo?
La comunicación entre el intestino y el cerebro tiene lugar a través de diferentes "canales", por ejemplo, mediante bacterias intestinales, hormonas, sustancias mensajeras o neuronas. A través del eje intestino-cerebro, el aparato digestivo no solo controla el apetito, sino que también influye en el estado de ánimo, las emociones y los procesos cognitivos. Por eso, a menudo, cuando hay un problema en uno de los dos órganos, el otro también se ve seriamente afectado. Aunque el mecanismo molecular exacto subyacente aún no está claro, ya se ha demostrado que las bacterias intestinales controlan el comportamiento emocional, los procesos cognitivos de toma de decisiones, así como también la percepción del dolor y la sensibilidad al estrés.
Bacterias intestinales como terapia para el Parkinson?
El Parkinson es una de las enfermedades neurológicas más comunes, que afecta al 1 – 3 % de todas las personas de 60 - 65 años. Además de la lentitud de movimientos, la rigidez muscular y los temblores son algunos de los principales síntomas. Muchos pacientes también sufren trastornos digestivos, especialmente estreñimiento, lo que no solo interfiere en la absorción de la medicación, sino sobre todo en la calidad de vida de los afectados.
Noticias sobre el eje intestino-cerebro
La Mag. Anita Frauwallner entrevista al Prof. Peter Holzer, un científico austríaco que goza de fama mundial: ha podido demostrar que existen estrechas conexiones entre nuestro intestino y el cerebro. También demostró que los mensajes que provienen de nuestro intestino pueden ser detectados y tienen un enorme impacto en la salud física y mental o incluso en la enfermedad.