Constipación
Estreñimiento
El estreñimiento o constipación intestinal afecta a muchas personas y muchas veces restringe gravemente su calidad de vida. En este artículo encontrará más información sobre quiénes son los afectados, cómo se manifiesta y las formas de diagnosticar y tratar este problema.
¿Cuáles son los síntomas del estreñimiento?
Aunque cada persona tiene una frecuencia diferente de evacuaciones intestinales, se habla de estreñimiento cuando se producen menos de 3 evacuaciones a la semana. En general, se hace una distinción entre 2 tipos de estreñimiento:
- Estreñimiento agudo (también conocido como "situacional" o "de corta duración")
- Estreñimiento crónico
¿Quién sufre de estreñimiento?
Aproximadamente uno de cada cuatro adultos del mundo occidental sufre de estreñimiento. Cada vez más mujeres luchan contra este problema, especialmente las embarazadas, pero también es un tema preocupante no solo para los mayores sino también para los bebés y los niños.
Estreñimiento agudo
El estreñimiento a corto plazo (situacional) no es una enfermedad, sino un síntoma, una señal del cuerpo de que algo anda mal en el organismo. En medicina, se habla de estreñimiento cuando
- hay menos de 3 deposiciones por semana
- acompañadas de esfuerzo excesivo
- las heces son duras y grumosas debido al largo tiempo que permanecen en el intestino (consulte la escala de Bristol, tipo 1 y tipo 2)
- a menudo hay molestias adicionales fuera del intestino
Escala de heces de Bristol
Estreñimiento crónico
El estreñimiento crónico es el estreñimiento que ha existido durante al menos 3 meses y que presenta al menos dos de los siguientes síntomas clave en al menos 1 de cada 4 defecaciones:
- esfuerzo excesivo
- heces grumosas o duras (véase la escala de Bristol, tipo 1 y tipo 2)
- sensación de defecación incompleta
- sensación de estreñimiento
- ayuda manual para defecar
- menos de 3 deposiciones por semana
- heces blandas y no formadas solo con laxantes
- exclusión del síndrome del intestino irritable
La diferencia radica en la velocidad de aparición y duración del estreñimiento.
El estreñimiento agudo se produce con relativa rapidez, es decir, en cuestión de horas o pocos días, mientras que el estreñimiento crónico se desarrolla durante un período de tiempo más largo, normalmente más de 6 meses.
El estreñimiento se asocia con heces muy duras, dolor durante la defecación, defecación incompleta y sensación de bloqueo de la salida del intestino. Si además se encuentra sangre en las heces durante la defecación, si se producen fuertes dolores abdominales, fiebre o se alternan el estreñimiento y la diarrea, son "síntomas de alarma", y se debe consultar inmediatamente a un médico.
En general, se recomienda una visita al médico en caso de estreñimiento, sobre todo si no es coyuntural y de corta duración.
¿Cuáles son las causas del estreñimiento?
Las causas del estreñimiento pueden ser múltiples. Es importante tener un conocimiento general de la fisiología de nuestro intestino: este gran tubo muscular necesita un cierto volumen de heces para recibir los impulsos necesarios para transportar el contenido intestinal. Si nuestra dieta carece de fibra alimentaria y del líquido necesario, no se alcanza el volumen de heces requerido. Si la ingesta de líquidos es escasa, el intestino retira el agua de las heces, lo que hace que estas se endurezcan y que se dificulte su transporte: el resultado es el estreñimiento.
Otros desencadenantes del estreñimiento
Además de las causas ya mencionadas (dieta baja en fibra, ingesta insuficiente de líquidos) para el estreñimiento, existen otros factores desencadenantes:
- Falta de ejercicio
- Tensión psicológica/estrés
- Causas físicas/orgánicas (por ejemplo, cambios en el suelo pélvico, hemorroides, cambios en el intestino, desgarros de la piel en la zona del ano (fisuras anales), constricciones intestinales, etc.)
- Alteraciones del metabolismo/equilibrio hormonal (por ejemplo, hipotiroidismo, diabetes, embarazo)
- Consumo de medicamentos: por ejemplo, preparados que contienen calcio y aluminio contra la acidez de estómago (antiácidos), antidepresivos, diuréticos, medicamentos contra la hipertensión arterial (por ejemplo, betabloqueantes), opiáceos (analgésicos fuertes o el medicamento para la tos codeína), etc.
- Reducción de la motilidad intestinal por causas neurológicas (por ejemplo, esclerosis múltiple, diabetes mellitus, enfermedad de Parkinson, etc.)
- Alteraciones del equilibrio electrolítico (por ejemplo, deficiencia de potasio, a menudo también debido al uso excesivo de laxantes)
Estreñimiento como efecto secundario de la quimioterapia
Las personas con cáncer suelen tener que someterse a quimioterapia o radioterapia además de a la cirugía. A pesar de la optimización de los agentes terapéuticos utilizados para mejorar la tolerabilidad, no siempre se pueden evitar los efectos secundarios indeseables, como el estreñimiento o la diarrea. Especialmente antes de la quimioterapia, deben compararse los beneficios potenciales del tratamiento con los posibles efectos secundarios.
El propio cáncer, pero también las terapias utilizadas, pueden provocar estreñimiento. Sin embargo, dado que estas terapias salvan la vida y alivian los síntomas causados por la enfermedad, el estreñimiento no debería llevar a suspender el tratamiento. Las personas que siempre han tenido problemas digestivos suelen ser más propensas al estreñimiento durante la quimioterapia. Sin embargo, el estreñimiento agudo puede afectar a cualquier paciente, independientemente de que haya tenido o no problemas digestivos en el pasado.
El estreñimiento suele estar causado por largos períodos de reposo en cama, la falta de ejercicio y la toma de medicamentos. Los anestésicos, los fármacos para los calambres y la depresión, los tranquilizantes, los analgésicos y los relajantes musculares, en particular, tienen un efecto promotor del estreñimiento porque inhiben el movimiento natural del intestino. La alimentación pobre en fibra, la falta de líquido, el nerviosismo y la depresión también pueden ser motivos de estreñimiento en los pacientes con cáncer.
¿Cómo se puede diagnosticar el estreñimiento?
Al comienzo de todo diagnóstico está la anamnesis: una conversación detallada con un médico. El profesional abordará varios puntos con usted:
- Presencia de enfermedades intestinales
- Preguntas sobre otras enfermedades, por ejemplo, trastornos neurológicos (como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, la neuropatía diabética, etc.)
- Preguntas sobre los antecedentes familiares (presencia de enfermedades en la familia)
- Frecuencia, color y consistencia de las heces
- Hábitos alimenticios: comida y bebida
- Síntomas acompañantes como el dolor y la flatulencia
- Preguntas sobre los medicamentos que usted toma y que pueden afectar a los movimientos intestinales.
- Comprobación de la función tiroidea
La anamnesis va seguida de un examen físico, durante el cual el médico observa el ano y palpa o escucha el abdomen. Una muestra de heces puede revelar indigestión y sobrecrecimiento bacteriano en el intestino. Además, las heces se examinan en busca de sangre oculta (no visible).
En el laboratorio, se analiza el recuento sanguíneo (hormonas tiroideas, electrolitos como sodio, potasio, calcio). Si estos valores están en el rango normal, si el paciente es menor de 50 años y si no se encuentran signos de alarma (aparición aguda de estreñimiento, pérdida de peso, sangre en las heces, fatiga) en la anamnesis, se puede iniciar el tratamiento del estreñimiento funcional.
En el caso del estreñimiento crónico, el examen será más detallado y posiblemente el médico sugiera realizar una rectosigmoidoscopía, y si se sospecha de enfermedades del colon, el médico sugerirá una colonoscopía.
Otras posibles medidas de diagnóstico:
- Ecografía de todo el abdomen
- Examen radiológico del intestino (radiografía), hoy en día sobre todo en forma de tomografía computarizada (TC)
- Determinación del tiempo de tránsito colónico (el tiempo que tarda el bolo fecal en pasar desde el ciego al ano)
Si se encuentra una causa orgánica para el estreñimiento, primero hay que tratar la enfermedad subyacente. Si no se encuentra una causa clara para el estreñimiento, que permita un tratamiento causal, se deben tomar medidas generales para tratarlo.
¿Cómo se puede tratar el estreñimiento?
El tratamiento del estreñimiento suele ir acompañado de un cambio en el estilo de vida:
Cambio en la dieta: los alimentos ricos en fibra, como el pan integral, los dátiles, el arroz integral, etc., aumentan el volumen de las heces y favorecen la actividad intestinal. Es mejor aumentar la cantidad de fibra dietética lentamente, ya que al principio es de esperar que se produzcan molestias adicionales (flatulencia, dolor abdominal, hinchazón) hasta que el intestino se haya adaptado.
Cambio en los hábitos de consumo de líquido: 1 vaso de agua antes de cada comida - esto estimula la actividad intestinal. Especialmente eficaz: beber un vaso de agua en ayunas por la mañana.
Hacer más ejercicio físico: andar en bicicleta, nadar, correr o hacer marcha nórdica, el ejercicio es una de las claves del éxito para estimular la actividad intestinal.
Aprender una rutina de entrenamiento intestinal: Es importante no reprimir las ganas de defecar y acostumbrarse a ir al baño regularmente. El entrenamiento intestinal debe formar parte de la rutina diaria.
Masaje del intestino grueso y terapias complementarias: el masaje abdominal en el sentido de las agujas del reloj estimula el intestino - 5 minutos al día son suficientes. Las terapias complementarias pueden incluir ejercicios de respiración, yoga, shiatsu, medicina tradicional china (MTC), fortalecimiento de los abdominales y del suelo pélvico, así como relajación de los músculos de las piernas, los glúteos y la región lumbar y masajes del tejido conjuntivo (drenaje linfático, reflexología).
Probióticos: necesitamos un gran número de bacterias probióticas en nuestro intestino, ya que contribuyen a la digestión de nuestros alimentos. Si la flora intestinal se reduce y se daña, por ejemplo, a través del consumo de medicamentos (antibióticos), del estrés o de una dieta poco saludable, se producen procesos de fermentación o putrefacción que pueden perjudicar y ralentizar la actividad intestinal. Para construir y regenerar una flora intestinal dañada, se recomiendan los probióticos con cepas de bacterias altamente activas. Protegen la mucosa intestinal, favorecen los procesos metabólicos y pueden aumentar la frecuencia de las deposiciones, mejorar su consistencia y acortar el tiempo de permanencia de los alimentos en el intestino.
Remedios caseros y ayuda natural para el estreñimiento:
- Ciruelas, higos y otras frutas (frescas o secas), así como chucrut (como verdura o zumo) pueden estimular la actividad intestinal. La papaya tiene un efecto especialmente positivo en los síntomas del estreñimiento. Las enzimas reguladoras de la digestión de la papaya, que se conservan en una extracción especialmente suave y cuidadosa, aumentan la motilidad de los intestinos y armonizan la actividad digestiva.
- Las fibra alimentaria como la linaza, el psilio y el salvado son agentes que se hinchan al absorber agua (en el intestino); aumentan el volumen de la pulpa de los alimentos, con lo cual se estira la pared intestinal y se estimula así el tránsito intestinal. La ingesta suficiente de líquidos es absolutamente necesaria.
- El café también puede estimular el reflejo de la defecación.
- El ejercicio puede ser muy útil para el estreñimiento. Esto se debe a que favorece la actividad intestinal y, por tanto, el vaciado regular del intestino. ¡Beba mucho líquido en caso de estreñimiento!
- Gimnasia intestinal: el ejercicio en general estimula el peristaltismo intestinal. Hay un ejercicio especialmente indicado para ello: tumbarse de espaldas, llevar las rodillas hacia el pecho y volver a estirarlas. Repetir esto 10 veces y luego descansar. En total, se aconseja repetir este ejercicio cuatro veces.
- Beber mucho: esta es probablemente la respuesta más común a la pregunta de qué ayuda contra el estreñimiento. Porque si el contenido intestinal es muy sólido y solo avanza lentamente, más líquido puede ayudar. Hay que consumir al menos 2 litros de agua al día. Terapia con medicamentos
Tratamiento farmacológico
Si las medidas anteriores no ayudan lo suficiente, también se pueden utilizar laxantes (por ejemplo, sal de Glauber, sales de Epsom, lactulosa u hojas de sen, corteza de aloe, aceite de ricino, bisacodilo, picosulfato de sodio) a corto plazo bajo supervisión médica. Sin embargo, se recomienda precaución en este caso y es importante tener en cuenta los efectos secundarios del uso a largo plazo, como la arritmia cardíaca debida a la pérdida excesiva de potasio. La deficiencia de potasio -a menudo también causada por el abuso de laxantes- puede exacerbar los síntomas del estreñimiento. Los procinéticos favorecen el movimiento intestinal (motilidad intestinal). De este modo, los residuos alimentarios se "eliminan" y se excretan más rápidamente. ¡Cuidado con los efectos secundarios!
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