En busca de la figura deseada es común caer en dietas restrictivas. Muchas dietas no funcionan a largo plazo porque no suelen incluir un plan de alimentación equilibrado y son muy restrictivas. El déficit calórico es importante porque es la única manera de perder peso de forma eficaz. Esto significa que a lo largo del día se consumen más calorías de las que se ingieren a través de los alimentos y los líquidos. Sin embargo, los músculos son muy importantes para el consumo de calorías. Si el cuerpo pierde músculo, la necesidad de calorías también disminuye.
9 Consejos para alcanzar la figura deseada
Consejos para perder peso a largo plazo sin pasar hambre:
1. Haga ejercicio
El ejercicio aumenta las necesidades calóricas diarias y fortalece los músculos al mismo tiempo. Una musculatura fuerte permite consumir más calorías en el día a día y perder peso más fácilmente.
2. Intente evitar el estrés
El estrés no siempre es malo, ya que activa el cuerpo y la mente y les ayuda a rendir al máximo. Sin embargo, el estrés constante sin descanso no es saludable para el cuerpo. Incluso puede provocar un desequilibrio hormonal y una acumulación acelerada de grasa.
3. Beba suficiente líquido
Beber suficiente líquido es importante para el funcionamiento general del organismo. Los estudios han demostrado que beber mucha agua incluso ayuda a perder peso. Se consume un 24 % más de calorías en una hora después de beber 500 ml de agua.
4. Coma solo cuando tenga hambre
Coma solo cuando tenga hambre y no cuando esté aburrido, enfadado o triste. Debe aprender a escuchar a su cuerpo. Es igualmente importante distinguir entre apetito, hambre o sed. Si sospecha que tiene hambre, beba primero un vaso de agua.
5. No guarde dulces en casa
En principio, no debería prohibirse nada, porque esto hace que el deseo de comer dulces aumente aún más. De vez en cuando, puede permitirse un pequeño capricho. Pero para evitar la tentación, es mejor no tener alimentos con alto contenido calórico al alcance de la mano.
6. Evite las típicas trampas calóricas
Por supuesto, los frutos secos son mejores que las patatas fritas o el chocolate, pero contienen muchas calorías y, por lo tanto, deben consumirse de forma consciente. Otras trampas son los zumos, los refrescos, las barritas de muesli y los cereales. Aquí es importante leer con atención, porque a menudo estos alimentos esconden mucho azúcar.
7. Cuente las calorías
Debe contar las calorías que ingiere a lo largo del día. Esto le ayudará a identificar sus “monstruos calóricos” diarios y a optimizar su dieta para que sea equilibrada y adecuada a sus necesidades energéticas.
8. Coma alimentos saciantes
Hay alimentos que tienen muchas calorías y no sacian, como los dulces. Los alimentos saludables que aportan sensación de saciedad son ricos en fibra y proteínas.
9. Absténgase de consumir alcohol
El alcohol no tiene cabida en una dieta saludable. Contiene incluso más calorías que los hidratos de carbono y provoca antojos.
Lo he intentado todo ¿Por qué sigo sin adelgazar?
El azúcar no sólo daña nuestra figura, sino que también nos hace enfermar. El hígado graso y la diabetes son los efectos más conocidos, pero ¿sabía también que el exceso de azúcar es especialmente perjudicial para el intestino? El exceso de hidratos de carbono “vacíos” modifica el ambiente intestinal: el pH aumenta bruscamente y las bacterias beneficiosas no pueden proliferar. Al mismo tiempo, se instalan en el intestino gérmenes dañinos a los que les gusta mucho el azúcar.
Los alimentos procesados industrialmente también contienen muchas sustancias perjudiciales para la figura y la salud tales como grasas e hidratos de carbono nocivos, aditivos y conservantes; incluso se agregan aditivos a productos supuestamente saludables, por ejemplo, al muesli, a los yogures de frutas o a las verduras en escabeche. Por eso vale la pena echar un vistazo a la lista de ingredientes.
Actualmente se sabe que el estrés tiene efectos negativos en la salud (intestinal), pero ¿sabía también que el estrés “afecta a la cadera”? La explicación es muy sencilla: el estrés también hace entrar en pánico a nuestras bacterias intestinales y, como primera medida, “bunkerizan” las sustancias que se necesitan en momentos de necesidad, es decir, la grasa y el azúcar. La falta de sueño, que suele ir unida al estrés, también puede provocar un aumento de peso, sobre todo en las mujeres, como ha demostrado un estudio de la Academia Nacional de Ciencias.